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La importancia del agua en la salud está fuera de toda duda, pero, hay algo que no sabemos, si es mejor beber agua mineral o destilada. Porque si uno pregunta a los médicos la mayoría responderá que el agua destilada no es apta para el consumo. Y no es así. El agua destilada y luego reestructurada y energetizada es mucho más saludable.
La mayor parte de las enfermedades la causa la carencia crónica de agua. El agua es la mejor medicina natural para gran número de las llamadas enfermedades.
El agua que tanta importancia tiene para la salud y se encuentra en nuestro interior lo obtiene el organismo de la llamada agua biológica, es decir, de la que contienen las frutas y verduras crudas, bien enteras, bien en zumos recién exprimidos.
El agua cumple la función de limpieza absolutamente imprescindible. Sin agua el organismo no puede depurarse. Solo que para ello hace falta que se trate de un agua de buena calidad. Y la verdad, ¿bebemos agua de calidad hoy en día?
La respuesta depende de dónde vivimos, cuál es el origen del agua y cómo ha sido ésta tratada antes de ingerirla. No es lo mismo beber agua de grifo que agua de manantial. Y también entre éstas hay diferencias, especialmente en lo que al grado de mineralización se refiere: cuantos menos minerales tenga mejor es para el consumo. A fin de cuentas los minerales del agua no se asimilan por el organismo y deben ser eliminados. Así que si alguien bebe agua rica en minerales creyendo que eso le viene bien al organismo se equivoca. Lo único que puede terminar logrando es tener piedras en los riñones y los conductos urinarios así como en las paredes intestinales, las arterias, las articulaciones, el hígado y hasta el corazón, a veces corroyendo incluso los tejidos. Porque los minerales del agua son minerales inorgánicos y nosotros sólo podemos asimilar los minerales orgánicos. Es decir, los que producen las plantas. Debemos saber que son sólo las plantas las que pueden absorber por las raíces los minerales inorgánicos quelándolos y transformándolos en orgánicos, es decir, en asimilables por animales y humanos.
Y si crees que el asunto es de una importancia relativa sepas que según los cálculos de los expertos a lo largo de la vida una persona que bebe agua dura no destilada puede llegar a ingerir el equivalente a 450 vasos de minerales sólidos. Residuos que si no se eliminan se terminan acumulando o corroyendo tejidos dando lugar a numerosas dolencias. Y sólo hay una manera de prevenir ese problema: eliminar los minerales inorgánicos. ¿Cómo? Pues ingiriendo agua desmineralizada.
Cabe agregar que en la actualidad la calidad del agua en la Tierra es infinitamente peor que la de hace sólo un siglo debido a la gigantesca contaminación del planeta. Al punto de que es así imposible encontrar en todo el planeta agua sin contaminar ya que la lluvia ácida llega a todas partes. Incluso a las montañas más altas.

CÓMO PURIFICAR EL AGUA
Mediante filtros, aparatos que eliminen al máximo posible de impurezas y elementos patógenos.
Hablamos de tres posibilidades: los filtros (mecánicos, de carbón activado y los de resinas de intercambio iónico), los dispositivos de ósmosis inversa y las destiladoras al vapor.

¿Y QUÉ ES EL AGUA DESTILADA?
Pues aquella que procede de la evaporación natural por elevación de la temperatura y una vez en la atmósfera cae de nuevo a causa del frío en forma de lluvia, rocío o nieve. Una gran práctica que desgraciadamente no puede seguirse porque hoy el agua y la nieve que descargan las nubes está también contaminada. De ahí que lo más práctico sea instalar una destiladora.
El agua destilada es potable. Su ingesta contribuye notablemente a mantener el cuerpo sano y elimina los desechos del cuerpo. Conviene agregar que a mi juicio el agua destilada tiene un “problema”: se desestructura. Pero es obvio. De ahí que sugiero que antes de beberla la reestructures, energetices y la cargues de información. Algo que ya hacían las antiguas culturas milenarias antes de beber el agua de nieve traída de las montañas. ¿Cómo?
Vertiendo el agua de un recipiente a otro desde una altura de al menos medio metro ocho veces seguidas. Otra posibilidad es dinamizarla, es decir, agitándola fuertemente antes de beberla. Otra es exponiéndola al sol una o dos horas.
Una forma de reactivarla es echando en la jarra en la que se conserve una simple gota del producto cuyas propiedades te interesen –limón, ajo, cebolla, cardo mariano, romero, té…- agitándola luego con fuerza durante 10 o 15 segundos.
Es sin duda útil cargar además de información exponiéndola a música armónica, pegar una etiqueta en la jarra con una palabra clave –Amor, Armonía, Salud; etc– o pronunciarla en voz alta delante de ella.