Querido año. Te dedico unas palabras, fue un año duro, bastante loco, pero no enloquecí, solo siento que el 2022 tuvo vida propia. Hice lo que pude e igual me pegó un baile que desembocó en un mar de lágrimas. Fueron 12 meses de puro tanteo donde fui probando como guerrear las adversidades. El balance es que si, querido año me pegaste un baile tremendo. Lo termino devastada. Pero sigo acá, no de pie pero con la cabeza en alto. Tengo esperanza, tengo ganas, tengo garra y espero poder bajar la guardia en el 2023 porque lo necesito. Querido año fuiste atrevido, tajante, intenso y provocador… pero sin eso no podría asegurarme que el triunfo está en mantenerse en juego. No fuiste de mis preferidos, pero querido año ya terminas y el 2023 me chifló que juega en mi equipo. Un equipo compuesto por mas de un corazón y varias personas que acompañan. Gracias por ser chotito porque así das lugar a que lo que viene indefectiblemente sea ÉPICO y con salud. No se como brindar sin saltar después o bailar un technito. Pero mañana voy a aprender a hacerlo. Adiós medida de tiempo. Yo marco el minuto. Feliz vida a todos. Chin chin.
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