Hay dos personas que no debes olvidar cuando sales de un pozo profundo: Quien te tendió la mano para salir de él y quien que te empujó para que cayeras. Pocos se van dando cuenta que es innecesario sentir odio o rencor por quienes alguna vez intentaron hacerles daño, incluso por aquellos que lo siguen intentando; al contrario, sienten agradecimiento porque todo acontecimiento tiene un para qué y la adversidad deja una lección. Agradezco a quienes me empujaron y también a quiénes me han apoyado a salir porque definitivamente no lo veo como fracaso sino como aprendizaje de vida para ir construyendo la mejor versión de mi mismo. Feliz lunes. Feliz comienzo de semana, Feliz comienzo de mes.
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