Soy la mamá de Camila y la hermana de Chenoa. Camila es una mestiza de Pitbull y Bull Terrier, Chenoa es una Shih Tzu, también soy hermana de Rocky que es un Schnauzer; los tres son perros, dos hembras y un macho. Son mi familia. LES DOY EXACTAMENTE EL TRATO QUE QUIERO DARLES Y QUE MERECEN. Rocky llegó a casa con escasos tres meses de vida, me entraba en una sola mano. Es el mejor amigo de mi papá, soy testigo de su amor, Rocky lo acompaña y lo cuida con ternura, es el primero en darle el visto bueno a las preparaciones de mi papá y mataría por sus panquecas y sus tortas de vainilla. Rocky nos enseñó que la casa se siente mejor si hay un peludo de cuatro patas corriendo, que siempre hay espacio para un integrante más. Chenoa es la más consentida, es la jefe de la manada, sus primeros días no fueron fáciles porque llegó al mundo a manos de personas inescrupulosas, es una sobreviente, le tiene terror al encierro, no viaja en bolsos, le da miedo que le toquen las patitas y tiene el instinto de guardar la comida en rincones donde solamente ella llega porque siempre es importante tener reservas, disfruta ser el centro de atención y hay que dedicarle por lo menos entre cinco y diez minutos de cariños en la panza al llegar a casa para evitar problemas. Chenoa me acompañó en todos mis trabajos del liceo y del instituto, es amiga de mis amigos, me besó las lágrimas todas las veces en las que vió llorar, escucha mi voz y me recuerda. Somos hermanas. Camila es un ángel en la tierra. Todos los días nos sorprende y somos mejores personas por ella. Duerme con nosotros, siempre consideramos sitios donde la dejen estar porque los planes son más chéveres si estamos juntos los tres. No te tienen que gustar las mascotas pero en la medida en que eres respetuoso y sensible, te humanizas. Ellos me hacen feliz, responsable y más consiente. Soy afortunada ❤❤❤
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