Queda un mes de reflexión, que no se sienta como reproche, que me abandone los errores. Un par de semanas y se ha ido el año que quizá no nos enseñó sino a perder, a dejar, a soltar, a gritar y empezar desde los restos de un alma tan martirizada y manchada por susurros del pasado, del recuerdo de un día donde el sol salía más fuerte, no como ahora, no como un presente incierto abarrotado de dudas y sueños frustrados y complejos y más gritos hacia el abismo donde un dolor cala hasta los huesos sabiendo que la esperanza se ve lejana pero incluso las estrellas brillan, estando muriendo, estando a miles de años luz. Por favor, diciembre, haz algo...
You've added this content to your favorites.
Post your comment
Load More