La mayor parte de tu vida te dicen que es necesario cuidar la relación con el otro. Debes aprender a regular tus emociones, ser empática e incluso aprender el lenguaje de amor del otro. . Pero, ¿cuántas veces te dijeron que debes cultivar tu relación contigo misma? Era más importante que alguien te amara, que tu te amaras. . Sin ser conscientes que tu relación con los demás es una proyección de tu relación contigo misma, como lo dice la Gestalt. . Así que si tu no te amas, ¿cómo podrás amar a otros? Si tu relación contigo misma no es armoniosa, ¿cómo lo será con otras personas? . Eso no es todo, a veces tienes hábitos que no ayudan, que destruyen tu relación contigo misma y atentan como terroristas a tu amor propio. . Y nadie te dice cómo cambiar, contrarrestar o eliminar esos hábitos de auto- destrucción, y cómo eres genial te generas personitas como nosotras, que te vienen a mostrar cómo es ese diálogo interno: 1. Hablar mal de ti. ¿Quien habla mal de tí? Si, tú misma tienes pensamientos y sentimientos que hablen mal de tí, practica #Mindfullness, escúchate sin juicio. . Nota: esto no elimina totalmente lo que dicen de tí, pero, ahora no te lo vas a tomar personal y dejará dejará de ser tan importante. . 2. Tomar el papel de víctima. Si tienes un doctorado en este tema, puede que tengas el síndrome de campanita (léelo en La Ruta del Amante muy pronto). . El secreto es: crecer, hacerte cargo de tu vida y grita: "Vida cómo te pongas te Vivo" sea dicho. . 3. Colocarte en último lugar: El arquetipo de la madre, seguramente primó en tu crianza y la de muchas mujeres. Te enseñaron que el amor es poner al otro primero. Entonces, la familia está primero, el trabajo está primero, los amigos están primero. . Sigue leyendo en los comentarios .
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