Tenía 8 años cuando mi mamá falleció. Pero Dios se encargó de prestarme otra. Este angelito ha velado por nosotros desde que tengo memoria. Soy agradecido por tener una mamá tan increíble. Y por darme la oportunidad de poquito a poquito devolverle lo mucho que ella me ha dado a mí.
You've added this content to your favorites.
Post your comment
Load More