Hay algo que muchas veces tenemos en común: nos sentimos perdidas. Y durante estos últimos meses he escuchado muchísimo el "me siento perdida" "necesito dirección" "estoy estancada" "no sé por dónde o para donde seguir"💔 • Pero más que escucharlo, lo he vivido en carne propia. Y sé cómo se siente. Quema, frustra, deprime y duele sentirnos estancadas. Duele no ver más allá de la barrera que nos mantiene enjauladas sin sueños ni ilusiones. A inicio de año en esto consistió mi vida. En sentir que necesitaba dirección porque si por mí fuera yo hubiese abandonado todo y me hubiese echado a morir. Era la solución más "visible". Vivir ese momento tan oscuro me enseñó muchas cosas, una vez que las pasé. Entendí que perdernos, que ese desenfoque es necesario para darnos cuenta que algo debemos cambiar. Pero sobre todo, que era necesario para acercarme a Jesús, porque además de ser mi única salvación, era el único que podía darle sentido a la vida que necesitaba y que no sabía cómo buscar. • Allí empezó el verdadero descubrimiento porque descubrirlo a Él, me hizo descubrir a mi misma. Entendí que a veces el sentirnos estancadas es el indicio de que vamos a un nuevo nivel y necesitamos ajustar lo que no está bien en nosotras para continuar. Aprendí que nuestros procesos determinan nuestra historia. Y que el área que más nos cuesta superar es precisamente el área en la que Dios nos va a usar. Todo lo que les cuento no sé los cuento para motivarlas 🙈 mi intención no es venir y decirles lo que tienen que hacer o caerles a mentira. Todo lo que les escribo es porque yo lo viví, porque Dios me enseñó a superarlo y porque mi intención es que ustedes puedan reconocerlo en ustedes, probarlo y ver si les funciona ❤️ • Presta atención a tu proceso. Descansa si tienes que hacerlo, no te abrumes, ni te culpes. De esto saldrás a un nuevo nivel. A todas nos pasa y no pasa nada. Con amor, Ann.🌺
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