Y estábamos felices brincando, bailando, haciendo lo que nos gustaba. Sonriendole a la vida, porque la vida estaba siendo una fiesta de esas en las que una se queda ronca y le duelen las piernas. De pronto nos cambiaron la música, tocaron otras canciones y ahora todo iba despacio, la gente empezó a sentarse, otros se fueron de la fiesta, las luces se fueron apagando y la fiesta divertida de fue disipando. ¡Pero había que seguir bailando, era la única alternativa que teníamos para que no todo se acabara, para que los que se fueron volvieran, para que los que se sentaron pudieran levantarse, había que sacarlos a bailar! Me sentí mal por un momento y a ratos quería sentarme, pero había que aprovechar la música, capaz y si bailabamos sonaría otra, capaz y así era que lográbamos que todo cambiara. 🌻🌻🌻🌻🌻🌻🌻🌻 Así la vida se volvió en un baile constante, hubo nuestro momento de brincos y saltos. Muchos se fueron, otros se rindieron, otros se cansaron y yo solo pienso que no puedo dejar de bailar, no puedo dejar de intentarlo. Porque capaz y cuando alguien me vea se inspire a levantarse, decida regresar o simplemente cuando saque a alguien a bailar esa persona acepte mi invitación. Ya a estas alturas no vale rendirse, nos va a salir demasiado caro. Tenemos que seguir, tenemos que continuar, no podemos dejarlo caer. No podemos perder todo lo que hemos conseguido porque bastante nos costó. Si es de bailar, hay que seguir bailando para que nos cambien la canción.♥👒💃
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