Cuando un cristiano pierde un ser querido que también es cristiano, los no creyentes no entienden cómo se puede estar tan tranquilo y serenos, y el por qué cantámos con gran entusiasmo, himnos llenos de fe y de esperanza. La respuesta, es que los Cristianos miramos las cosas con los ojos de la fe, basados en las promesas de la Escritura. La palabra nos enseña en Filipenses 1:21 Reina-Valera 1960 (RVR1960) "Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia." Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro" (Romanos 6:23). Eclesiastés 12:7 "y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio." De manera que la muerte física no es aniquilación, es sencillamente que el espíritu ha vuelto a Dios que lo dio. Alguien pregunta ¿Dónde están los creyentes que mueren en el Señor? La respuesta es, han vuelto a Dios, ellos están delante de Él. La Biblia, nos dice que cuando un creyente muere físicamente es llevado por ángeles a la presencia del Señor. En los evangelios leemos "Sucedió que murió el pobre (Lázaro) y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham" (Lucas 16:22) Así que cuando un creyente muere, va a presentarse de manera inmediata al Señor (Lucas 24:43; Filipenses 1:23; Apocalipsis 7:15 ), y luego regresará con el Señor para recibir un cuerpo resucitado (Daniel 12:2) y para entrar en su Reino eterno, en cielos nuevos y tierra nueva, donde mora la justicia. Hoy mi corazón esta triste por la usencia física de mi tía, pero a la vez mi corazón esta tranquilo y esperanzado en estas promesas, ella está en un mejor lugar y algún día nos volveremos a ver... Te quiero tía ❤
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