Ufs, vaya semanita fue esta. La sentí como que duró como 1000 días 🙈 admito que soy bastante intensa a la hora de lograr las cosas que quiero, mi intensidad me ayuda a ser determinada, peeero la parte no tan bonita es que la intensidad también me "intensifica" las emociones. Entonces una cosita, por pequeña que sea se va acumulando, acumulando hasta que explota y son como mil a la vez. Abril, para mí, fue un mes caótico a nivel emocional y esta semana me terminé de romper. Y estos episodios por normales que sean a mí me despertaban mucha responsabilidad y hasta vergüenza. Uno nunca quiere sentirse mal, evidentemente. Pero mucho menos cuando estás en una postura que eres tú quien apoya e inspira, estar mal no debe ser una opción. Este sentimiento de "responsabilidad" me hacía sentir vergüenza por todo lo que sentía, ocultándolo y fingiendo sonrisas que solo ocultaban un corazón desecho. Ya no me lo niego y lo cuento también, porque cuando uno se siente mal también quiere sentirse acompañado, no necesariamente a nivel físico, con sentir que alguien también vive lo mismo que tú es suficiente. Y sí, aquí estoy diciéndote que no tienes que avergonzarte por sentirte mal, por estar triste, por tener miedo, por necesitar ayuda y más importante: por necesitar a y de Dios. Dios no te va juzgar, al contrario es necesario romperte para reconstruirte. Es necesario vivir momentos de dolor para que su gloria se manifieste en nosotros 😔 y suena difícil, pero el resultado es majestuoso. Hoy leí esta frase de Oswald Chambers que me dejó pensando "si por medio de un corazón quebrantado Dios puede llevar a cabo sus propósitos en este mundo, entonces, ¿Por qué no darle las gracias por haber quebrantado el mío?”. Dios hace su obra en medio del caos en el que nosotras creemos que no hay solución. Dios se va a glorificar y este mal momento será una historia que contar ❤ . . Todo va a estar bien, no temas, confía.
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