Resulta fácil opinar acerca de la manifestacion externa de una circunstancia determinada o tragedia ajena sin enfocarnos realmente de nuestra manifestacion interna ante el hecho y lo que este realmente representa. Podemos expresar no estar de acuerdo, alegrarnos o lamentamos pero a quien realmente le afecta es al que lo vive, siente y padece. Las opiniones pueden variar y éstas dependerán de un mapa mental del que se emitirán comentarios acertados o errados sin saber lo que la persona afectada está sintiendo o ha venido atravesando para expresar lo que está expresando, incluso las acciones que efectúa para manifestarlo. Para algunos el caso de Notre Dame es una simple estructura, para otros representa más que eso, religión, cultura, historia, arquitectura, emblema, aunque otros lo vean como representación maligna de castigo o robo de parte de la Iglesia católica o símplemente materialismo. Cada quién es libre de expresar lo que siente a su forma aunque para otros resulte ser incorrecta la manera. No es la pérdida física, es lo que representa para cada quien y se debe respetar el valor que le dan. La compasión abre paso a la comprensión de lo contrario sólo emitirás comentarios sin argumentos ni razón.
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