Ninguna muerte es en vano, trae consigo una toma de consciencia, una sensibilización, un aprendizaje, una infinidad de aprendizajes que el dolor de la partida de ese ser querido no nos deja ver con claridad. Pero ¿Hasta cuándo la toma de consciencia y aprendizajes tienen que ser después de un suceso no positivo? Es más bonito si todos tomaramos consciencia desde ya, nos ponemos las pilas a amarnos, a progresar como sociedad a evolucionar todos juntos como individuos y dejar de lado la violencia. Lo que vivimos diariamente en Medellín y en varias ciudades de colombia(hablo de lo de Legarda y lo de la mamá que saltó con su pequeño de 10 años) es una muestra más de todo lo que nos falta por evolucionar. Hoy doy un paso al lado y digo ¡No más, es hora de cambiar! Unámonos todos en amor, para que poco a poco vamos cambiando esta realidad que estamos viviendo. Vibremos en otra frecuencia donde el odio, la rabia, la violencia, el rencor y todos esos sentimientos de baja frecuencia no nos puedan alcanzar. ¡Esto es serio, hace mucho tiempo nos lo vienen avisando! Es hora de cambiar
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