Panem et circenses («pan y juegos del circo») una frase que inmortalizó el poeta romano Juvenal. ¿Cómo aplica está frase en Maracaibo?. Muy sencillo, mientras padecemos a diario la grave crisis económica y social por la que atraviesa el país, otros piensan en hacer un show para celebrar. ¿Qué vamos a celebrar? Que la segunda ciudad más importante de Venezuela se encuentra sumergida en basura, que el agua (cuando llega) está en condiciones de dudable salubridad, los apagones a la orden día, sin semáforos, la policía municipal brilla por su ausencia, las plazas, calles y avenidas en sus peores condiciones y hoy con una orden ejecutiva del alcalde que cierra 4 centros comerciales en el centro de la ciudad bajo un alegato absurdo de "poner orden". Vivimos en una Maracaibo que el 80% se encuentra sin servicio de telefonía fijo porque se han robado los cables de Cantv, donde la telefonía celular y el internet no funcionan, una ciudad que parece una selva porque la gente tiene que caminar debido a que el sistema de transporte prácticamente ha desaparecido por los altos costos de los repuestos pero los que gobiernan hoy quieren celebrar. Estas acciones se hacen para aprovechar el momento y hacer olvidar a la gente de lo que es realmente importante, una ciudad donde la anarquía impera, donde el más vivo es el que hace negocios para beneficiarse a costilla del bolsillo de Juan Bimba (el pendejo). Bravo por este gobierno municipal que sólo hace apariciones por las redes sociales y no se ve en las calles trabajando, así es que se gobierna. Aquí estoy recordando una frase del hoy difunto Teodoro Petkoff cuando fue ministro de Cordiplan: "Estamos mal pero vamos bien".
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