#FELIZ_MARTES 🌞🙇📓📖 💒❤😇🌍 Primeramente, vamos a considerar lo que dice la Santa Ley de Dios y la interpretación y aplicación tradicionales: • Debemos considerar que el Antiguo Testamento NO enseña que hemos de “odiar a nuestros enemigos”: Mateo 5:43. • La enseñanza de la Ley es que debemos “amar a nuestro prójimo (“vecino”) como a nosotros mismos.” Levítico 19:18. • Pero también nos enseña la Ley que hemos de mostrar amor a nuestro enemigo: Éxodo 23:4-5; Proverbios 25:21-22. • De nuevo, la interpretación y aplicación tradicionales de la Ley habían tergiversado el sentido de la misma. • Veamos ahora la justicia del Reino de Dios como nos la enseña Jesús: • Nos demanda que amemos a los enemigos (Mateo 5:44). • Por “amar” no hemos de entender “amar con el amor con que amamos a nuestros hermanos, familia y amigos, sino que aquí la expresión “amar” es “mostrar buena voluntad activa”. Es decir, bendecir a quienes nos maldicen (hablar bien de quienes hablan mal de nosotros); hacer bien a quienes nos odian (es decir, tratarles bien); orar por quienes nos maltratan y persiguen (es decir, orar por su conversión, arrepentimiento y salvación). • Este es una expansión o ampliación del principio ilustrado en Mateo 5:39-42. No procurar venganza, sino procurar mostrar actos amorosos de benignidad y bondad. • ¿Por qué hemos de responder de esa manera a nuestros enemigos? Jesús nos lo explica: • “Para que seamos hijos de nuestro Padre que está en los cielos”: Mateo 5:45. • Para entender lo que significa “ser hijos de nuestro Padre” hemos de preguntarnos cómo es nuestro Padre Dios: • Dador de bendiciones a malos y buenos; a justos e injustos: Mateo 5:45; Lucas 6:35-36. • Dador de su Hijo en rescate por nuestra vida cuando todavía éramos pecadores y enemigos de Dios por naturaleza: Romanos 5:8-10.
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