En los últimos días la discusión sobre votar o no votar continúa levantado polémica en las redes. Hay opiniones encontradas sobre que la abstención por sí sola no es una estrategia pero también surgen análisis sobre que votar sin tener en cuenta que desde los pasillos del poder todo es posible para doblar la voluntad popular sería un suicidio. Ahora, la decisión no reposa sobre el lomo de una clase política que no ha sabido ponerse de acuerdo, sino sobre la conciencia de cada ciudadano. Hay dos ejemplos para ambos casos: la abstención de 2005 le dio el control total al chavismo en la Asamblea Nacional y este error fue admitido por la oposición, sin embargo, para el 2015 se participó en unidad y se ganó como nunca antes, pero el régimen irrespetó los resultados de manera que hoy la encrucijada es aún peor. No sin antes mencionar que en las elecciones regionales del 2017 el chavismo arrebató la gobernación a Andrés Velázquez en Bolívar y a Juan Pablo Guanipa en el Zulia.
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