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12/100. Ángela. Soy venezolana, pero hace 9 meses me mudé a Chile, luego de una ruptura amorosa y dejar en mi país todo lo que yo era, llegue aquí con solo un título: «ser hija de Dios». Los primeros meses fueron muy complicados emocionalmente, no lograba mentalizarse que debía iniciar de cero a construir mi vida. No me rendí, pero tenía recaídas que me llevaron a tener ansiedad y de allí pasé a un cuadro depresivo. Busqué ayuda médica, pero no resultaba. Mis esfuerzos eran vacíos pues estaba dejando a Dios a un lado, no podía sola con mis fuerzas. Cada vez todo se hacía peor, pero tuve que comprender lo que era ceder el control a Dios y admito que fue exageradamente difícil dejar todo en sus manos, cuando me sentía decaída, no tenía un norte y el dinero ya me empezaba a faltar. Un día de camino al trabajo, decidí no usar el transporte, así que por primera vez me fui caminando. Pasé frente a una vidriera y quedé embelesada, habían bolsos colgando de un lado, un estante lleno de paquetes de entrega y dije «este es el taller de un diseñador y es lo que quiero», en ese momento, llorando, recordé lo mucho que amo diseñar, aunque nunca pude estudiarlo pues tuve que conformarme con otra cosa. • Les escribí un correo, pero jamás me respondieron, así que preferí pasar la página. Una semana después, vi nuevamente una publicidad de la tienda, me pregunté «pero si me ignoraron, ¿Dios que quieres que haga?» • Aún, con dudas, les escribí un DM, les expliqué que amaba la moda pero que jamás estudié diseño y realmente no tenía experiencia en el área, excepto que mi mamá me enseñó costura básica. • Y sucedió: sorpresivamente me escribieron para hacerme una entrevista. La dueña de la marca me atendió y me dijo «algo me dice que tú eres la persona que estoy buscando, no importa que no hayas estudiado, aquí aprenderás». • Hoy estoy trabajando en algo que amo demasiado porque a pesar de no reunir los requisitos académicos, tengo el título que necesito para hacerme dueña de mis sueños, "ser hija de Dios" y debo decir que mi cómplice siempre fue Jesús pues Él siempre tiene formas de sorprendernos, solo debemos prestar atención. #100historiasbyann #the100daysproject

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