Después de todo, termina haciendo costumbre aferrarnos a lo que se ha ido, a tal punto en el que nos pasamos la vida “recordando” y no es que tenga nada de malo recordar, el problema es que dejamos de disfrutar por vivir de un recuerdo, y nuestro presente ahí, sin ser valorado. Este mensaje es para todos los que lo lean por “casualidad”. Así que si estás topándote conmigo debes hacer algo. Deja de imaginarte cómo hubiera sido. Concéntrate en lo que tienes a tu alcance. Crea nuevos momentos y disfruta ahora que todavía estás a tiempo. Porque llega un punto en el que tenemos que ser consecuentes, no podemos esperar grandes cambios si vivimos entre lamentaciones. Pensando en el ayer, con una nostalgia infinita y las manos en los bolsillos. Mira, si alguien no está a tu lado es porque así debía ser. Punto. Si esa persona no te quiso o no te llamó, o está viviendo otra etapa, déjalo libre. Al final, la vida es de los que se animan a disfrutarla. A vivir, a construir sueños, a sentir el viento rozándoles la cara, a superar los problemas, a dejar las lamentaciones, a tomarse unas cervezas un lunes, o una puta copa de vino porque les vino en gana. Porque prefieren ser felices que vivir muriendo. Si salió algo mal, salió mal. A resolver o a vivir en el eterno y siempre patético “no puedo más, no soy capaz”. Si eres capaz. Te lo digo una y otra vez. Si eres capaz. Si puedes resolverlo. Si puedes superarlo. Si puedes conseguir eso que tanto sueñas. Si eres hermosa. Si eres diferente ¿y qué? Es eso lo que te hace especial. Entonces... ¿vas a seguir pegada al móvil esperando a alguien que vive perfectamente sin ti? Qué se joda. Te esperan maravillas y lo único que tienes que hacer es libertarte, soltar las cadenas que tú misma te pusiste y animarte a conquistar esos imposibles. Porque si que puedes, pero el momento es YA. Atentamente, @nacaridportal Libro: @mientrasteolvido Disponible: Amazon.com
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