Cada mañana al despertar me siento totalmente afortunado. No fui un niño viajero, y los libros de historia y geografía eran mis grandes amigos. Recorría el mundo a través de fotos y sí, los videos de Encarta eran mi mejor momento en las tardes de estudio. Un día del 2016 decidí comenzar a viajar. Pensaba que recorrer el mundo era un sueño que solo los ricos podrían hacer realidad, y me parecía que necesitaba demasiado dinero para ir al lugar que me encantaba. Pero quise intentarlo, así que empecé a leer libros y blogs de viajes para preparar mi aventura por el mundo. Decidí viajar ese septiembre. Era la primera vez que iba a otro país después de migrar a Argentina. El destino elegido fue Brasil. Visitar Río de Janeiro y luego un pueblito playero al norte llamado Jericoacoara, me hizo entender que “Viajar no es gratis, pero vivir tampoco”. Desde ese momento tomé la decisión más importante de mi vida: Dedicarme a viajar. Invertir lo que ganaba en conocer lugares, culturas, personas, monumentos. Muchos ahorran para comprar la casa o el auto de sus sueños, yo ahorro para coleccionar recuerdos en el álbum de mi vida, para que cuando tenga que partir de este mundo pueda decir: “Qué increíble vida tuve”. Hoy, 17 países después la vida me trajo a Mdina, una ciudad en el centro de la isla de Malta. Y yo me detengo a pensar que al niño que veía estos lugares en los libros le encantaría saber que estamos aquí; y que aprendimos a lo largo del camino que “No viajamos para escapar de la vida, sino para que la vida no se nos escape”. #ALoLargoYAncho #TravelBlogger #VenezolanoPorElMundo #ViajeroPorElMundo #TravelPhotography #VivirEnMalta #traveling #viajes #travel #instatravel #trip
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