Te despiertas en la mañana y lo primero que piensas es: "¡No quiero levantarme! ¿Por qué hoy no es mi día libre? ¡Qué flojera!". Probablemente tienes años repitiendo esta rutina desde que abres los ojos, y déjame decirte que los pensamientos funcionan como cadenas, un pensamiento se engancha al otro y otro al otro y si el primero es negativo muy probablemente te halles al final del día sintiéndote horrible por tu pesimismo o negatividad. Pero, ¿dónde empezó todo? Con un pensamiento. Por eso, verás a muchas personas recomendando tener una actitud positiva, o que cambies los pensamientos pero, solo tú y yo sabemos que es fácil decirlo pero no hacerlo ¿Por qué? Porque somos seres de hábitos, si tienes 10 años pensando en negativo desde que te levantas, necesitarás más que una frase positiva de alguien para cambiar en un día dicho hábito. No te presiones por no ser positiva, no te juzgues duramente por no tener la mejor actitud y trata día tras día de ir dando pequeños pasitos en la forma en que te hablas. Cómo te hablas a ti misma en tu cabeza es la forma en la que piensas, y esta manera particular de tratarte a ti viene de tu crianza, de cómo te hablaban tus padres, de cómo fue tu educación, de quiénes eran tus compañeros de clases y si te hicieron bullying o no, de cómo te trataban tus familiares, cómo es la cultura en tu país, tu religión, alguna experiencia traumática, tus miedos, tu autoestima y un sinfín de aspectos más. Así que pensamientos negativos pueden venir a tu mente todos los días o aparecer de manera intrusiva, la idea es que aprendas a manejarlos hasta el punto en que puedas convivir con ellos, y eso solo se logra con Psicología. No te juzgues tan duramente por la forma en que piensas, ni creas que tus pensamientos te definen y si tus pensamientos te atormentan, por favor deja de pensar que puedes sola y busca ayuda profesional con un Licenciado en Psicología. Ni cómo piensas ni lo que te sucede, te define. Empieza tú por preguntarte cómo te defines a ti misma. Y si no puedes, piensa que si quieres saber si algo le pasa a tus dientes, vas al dentista para que te lo diga. Si no puedes definirte, un profesional de la Psicología te apoyará.
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