Si alguien paga tus cuentas, te sentirás en el compromiso de sonreír y dar las gracias aún cuando no te sientas agradecida. Si alguien paga tus cuentas, tendrás que decir aunque no te guste, que sí te gusta esa comida. Si alguien paga tus cuentas, te tocará tener el plan de internet que esa persona decida. Si alguien paga tus cuentas, te tocará vivir en el país, estado, ciudad o pueblo que esa persona diga. Si alguien paga tus cuentas, creerás que estás en deuda y actuarás en consecuencia. Si alguien paga tus cuentas y sugiere cómo deben hacerse las cosas tú puede que te molestes, pero actuarás según lo que esa persona piensa. Si alguien paga tus cuentas hay una dependencia simbólica que tú no ves, que quizás no sientes pero cuando no la tienes verás que te liberas. ¿Ustedes han escuchado la famosa frase de todos nuestros padres "mientras usted viva bajo mi techo, aquí se hace lo que yo diga"? Básicamente te están diciendo que mientras paguen tu techo, las reglas son de ellos y no tuyas. Michel Foucault, uno de mis filósofos favoritos hablaba de las relaciones de poder, que son vínculos donde simbólicamente alguien ejerce el poder y alguien está bajo él. El dinero es uno de los elementos que otorga poder a los seres humanos. Y en nuestra sociedad, hemos aprendido que somos princesas, lo merecemos "todo" y que algún día algún millonario tocará nuestra puerta para rescatarnos de donde sea que estemos. La verdad oculta detrás de este cuento de hadas es que quien sea que te mantenga puede decirte qué hacer. Aplica si vives con tus padres o si tu pareja te ayuda económicamente. Sin embargo, mi recomendación es que apuntes siempre a contribuir, siempre a trabajar por tus metas, dividir las cuentas y convertirte en el hombre millonario que la sociedad sueña que tengas. De lo contrario, te tocará estar a merced de quién sea y a diario veo pacientes sufrir por vivir en un castillo de cristal en el que son las reinas pero no están contentas. La independencia no debe ser solo emocional, sino también económica. Créeme que cuando puedas ser tú quien saque la cartera para pagar la mitad o para comprarte tus cosas te sentirás sumamente orgullosa.
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