La causa de todo poder y de toda debilidad está en el interior, de igual manera, el secreto de la felicidad, como el secreto de toda nuestras miserias, está dentro de nosotros. No hay progreso sin crecimiento interno, el hombre con deseos débiles atrae poco hacia sí mismo. A mayor intensidad del deseo, mayor es la fuerza que se pone en funcionamiento, hay que querer algo con la intensidad suficiente antes de poder obtenerlo. Lo más importante, no es saber donde estás, sino hacia donde vas.
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