El águila no pelea con la serpiente en la tierra, la lleva al cielo, cambia el campo de batalla y luego la suelta. La serpiente no tiene resistencia, poder y ningún equilibrio en las alturas. En su terreno la serpiente es poderosa y mortal, pero en las alturas es inútil, débil y vulnerable, por eso, lleva tus lucha a las alturas en oración y Dios peleará la batalla por ti. No luches contra tus enemigos en su zona de confort. Cambia el territorio de la batalla, llevalo a lo alto y tendrás la certeza de la victoria. Sigueme para más contenido con éste.
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