Sabias que el señor Guillermo Piñeres era dueño de muchas tierras en Turbaco y un día pensando en mí, en ti y en las futuras generaciones para que disfrutaremos de exuberante fauna y flora donó sus terrenos para que se convirtiera en un Jardín Botánico. De niña recuerdo las caminatas largas por Matute con mi papá y llegando al Jardín Botánico pensaba era el Edén ( me recordaba el lugar del Génesis donde nació todo), luego en el colegio disfrutaba esas salidas anuales para visitar el Jardín, correr y abrazar árboles.... Hoy regreso con la felicidad de sentirlo y escuchar la naturaleza. Árboles con más de 70 años, ojos de agua, pequeños riachuelos, micos, ardillas, mariposas, hormigas trabajadoras.... Y super guías para conocer y recordar la importancia de nuestra flora. Gracias a nuestra voluntaria Jenny que motivó esta salida y que me hizo saber que "recordar es vivir" PD. Te invito a visitar este lugar mágico, esta a una hora de Cartagena y es súper encantador.
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