Laura creció en un hogar en el que su padre golpeaba a su madre. Pedro durante su infancia observaba como normal que su padre maltratara física y verbalmente a su madre y que ésta realizara los quehaceres y las reparaciones del hogar sin recibir ayuda alguna. Laura conoce a Pedro en la universidad, se enamoran y comienzan a vivir juntos. Laura pidió un día colaboración a Pedro en la casa, discutieron y la golpeó. Lo que para él siempre fue correcto para ella era incorrecto. Pidió disculpas y una oportunidad y como ella lo amaba se la llegó a dar. Pedro Incurrió en la misma falta y la llegó a maltratar. Ella lo disculpa de nuevo convencida de poder revertir el comportamiento incorrecto a correcto. Las lesiones siguientes pudieron llegar a ser fatales. Laura descubrió que para recibir amor por parte de otros, debía amarse primero a ella misma. Decidió abandonar a Pedro. Luego de un tiempo recomendable sola, conoció a otra persona y ahora formó un hogar. Pedro no volvió a ver a Laura. Fracasó en muchas relaciones, no tiene ni siquiera una casa, vive alquilado en un apartamento, viviendo en la soledad. Tenemos la capacidad de discernir, entre lo correcto e incorrecto. Aceptamos las situaciones y con ellas las consecuencias o decidimos enfrentarlas y cambiar nuestras vidas. Si bien es cierto que el mundo externo influye en nosotros, somos los únicos capaces de decidir lo que mejor nos conviene. Siempre hay necesidad de renunciar a algo cuando queremos alcanzar alguna cosa, incluida nuestra felicidad. Se puede comenzar a amar por lo que era pero se debe dejar ir lo que de empieza a transformar. #AlBarela
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