A veces vivimos en un afán, nos afanamos por todo, nos preocupamos por el trabajo el dinero y cosas materiales sin darnos cuenta que todo eso se acaba y queda solo lo vivido, la vida es muy breve y tenemos que aprovechar todos los momentos que la vida nos regala, con mucha tristeza y lágrima en los ojos me toca decirte adios desde tan lejos. Risas, recuerdo y muy buenas experiencias me quedaron de tantas locuras que vivimos, gracias por ser ese Pana alegre que conocí, así te recordaré siempre mi traumatólogo favorito. Te recordaré siempre amigo
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