Orgullosa de ti amiga te quiero!!! @iraissr Irais Souto toma café todas las mañanas con su artritis reumatoide. Hace tres años se presentó la enfermedad. Tenía 33 y sucedió luego de tener a su primer hijo. El diagnóstico lo recibió de un médico que sin muchos rodeos le dijo que moriría, y que mientras eso pasaba, perdería movilidad, tendría mucho dolor (particularmente en las articulaciones), y no podría ejercer su mayor pasión, bailar. Ella no aceptó el tratamiento ni el diagnóstico que le indicó el médico y prefirió olvidar todo lo que había sucedido en esa cita. Sin embargo, la artritis le reventó la puerta años más tarde. Los dolores y la rigidez en el cuerpo volvieron, incluso, ya no podía cargar a su hijo, así que tuvo que afrontar lo que pasaba en su organismo. Esta vez buscó otro camino, la medicina holística, pero no fue suficiente. Adelgazó 18 kilos, mientras practicaba baile, cardio, yoga, pilates y acuaterapia. También recibía fisioterapia y realizaba dos meditaciones a lo largo del día. “Hice todo eso porque quería probar todo antes de llegar a un tratamiento farmacológico”, aclara. Finalmente, volvió a Caracas, empezó con visualizaciones típicas de la psiconeuroinmunología y acudió al Centro de Rehabilitación Física de la Clínica Metropolitana. Inició el tratamiento y tuvo un efecto inmediato gracias a la desintoxicación de su organismo. En la actualidad, mientras trabaja está atenta a su cuerpo. Cada vez que viene un dolor, lo calma con meditación. A veces puede, otras no, pero siempre hace el intento. Baila tres veces por semana y ese ejercicio la mantiene en condiciones. Irais, es una heroína de la esperanza porque aprendió de su enfermedad y ahora vive la vida más intensamente. Entendió que el camino es aprender de ella y no confrontarla. Conoce la historia completa en
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